Never alone

Miraba, desolada. Las calles cada vez se hacían mas estrechas. Estaba rodeada. Rodeada de nada. Silencio. Cuando escucho una voz. Si. Una voz. La de él. Quien nunca le fallo. Pero ella, como de costumbre, pensó que no estaría. Que también la dejaría consumirse sola por su propia sombra. La soledad era su amiga y quien la mataría al final. Pero esta vez fue diferente. Él la acompañaba, la rodeaba, la abrazaba. Miró, y no lo podía creer. La noche se hizo día. Las nubes pasaron de la oscuridad a la claridad en un parpadear. Era su cara. Le iluminaba el rostro. 

¿Como no se dio cuenta de todo con anterioridad?. No estaba sola. No. Nunca lo estuvo. Ella se alejo y alejo a todos. Pero cayo en cuenta que no podía vivir así. No. Nunca mas. "Gracias"- le dijo. Él la miro y le dijo: "Nunca me creíste cuando te decía que estoy para vos". Ella sonrió ante su tono burlón. "Si, te creía". "Entonces, ¿a que se debe tanta sorpresa?" le dijo él con un aire de intriga."No me sorprendo que estés acá conmigo, me sorprende no haberme dado cuenta de mis sentimientos hacia vos". Se miraron, se hicieron caras raras. Luego ella miro a un costado, sin darse cuenta él la beso. Termino todo. Empezó todo. Se fue la soledad, su fiel amiga. Y vino el amor, un desconocido para ella. Puedo seguir respirando tranquila.